lunes, abril 30







The Dress





Tears you see on my face, you do have something to do with
Fear starts creeping up when you have so much to lose
Your love waits you while you're cheating
Lightning strikes you when you're moving

The light you see in my eyes, you do have something to do with
Play the game namely love, play it like you have nothing to lose
Horse loves you when you move with him
People hate you when you're changing

Don't let the dress trick you
I love you less now that I know you
I won't count the scars again
I love you less now that I know you

The glow you see on my face, you do have something to do with
Fear starts creeping up when you have so much to lose
Your love wait you while you're cheating
Lighting strikes you when you're moving

Don't let me wonder away
I love you less now that I know you
Don't let the dress trick you
I love you less now that I know you

I won't count the scars again
Because I love you



23
Blonde Redhead
2007, 4AD

sábado, abril 28

De niña, alguna vez vi la película historia sin fin, cuando veía al dragón, Falkor se llama, me gustaba mucho porque sentía una tremenda calidez cuando lo veía. Soy terrible con estas cosas. Todo el tiempo traté de esconderme de mí y de todos, nunca dije cuándo me sentía mal o me hacían sentirme mal; las personas piensan que uno es débil y que no puede con sus cosas; ni siquiera buscaba un consejo o una absolución sólo quería que me escucharan, al final siempre era yo queriendo algo de los demás. Estoy sola, y así es. Pre

miércoles, abril 25

Para las dos de la tarde ya se está cansado. Hace mucho que no juego, que no juegan conmigo. Aureliano llegó tarde, casi siempre lo hace. Pobre Mente, siempre necesitando del mundo para representárselo, para no quedarse sola. Quién sabe si eso sea. Aureliano le pide un bolígrafo a Carmén. Aureliano hará un truco le dice a Carmén, pero ella, no hace más que escuchar sobre la mente, 'no se puede dar cuenta de que las representaciones del mundo sean el mundo'. Carmén voltea, Aureliano sostiene un bolígrafo en la mano, el otro, el que Carmén le dio, está girando por la punta alrededor de la punta del primero. Por un instante la Mente se cae. El bolígrafo gira y gira, qué importa lo demás, qué importan Carmén y Aureliano. El bolígrafo se cae. Que el truco se repita, pide Carmén. Tápate los ojos, no veas, Aureliano dice. Carmén se tapa los ojos, la clase entera se da cuenta, pero Carmén sabe que así son los trucos, se hace cómplice. Cuando al fin los abre el bolígrafo sigue girando, cómo le haces... Es truco... pero qué le hiciste a mi pluma... la embrujé...
Así de fácil se sostienen las cosas.

sábado, abril 14

No permanecer en este lugar.






El viajero nunca regresará a su punto de partida.







miércoles, abril 11

Soltatrapar...

LÍMITES





De estas calles que ahondan el poniente,


una habrá (no sé cuál) que he recorrido

ya por última vez, indiferente

y sin adivinarlo, sometido

a Quién prefija omnipotentes normas

y una secreta y rígida medida

a las sombras, los sueños y las formas

que destejen y tejen esta vida.

Si para todo hay término y hay tasa

y última vez y nunca más y olvido

¿quién nos dirá de quién, en esta casa,

sin saberlo, nos hemos despedido?

Tras el cristal ya gris la noche cesa

y del alto de libros que una trunca

sombra dilata por la vaga mesa,

alguno habrá que no leeremos nunca.

Hay en el Sur más de un portón gastado

con sus jarrones de mampostería

y tunas, que a mi paso está vedado

como si fuera una litografía.

Para siempre cerraste alguna puerta

y hay un espejo que te aguarda en vano;

la encrucijada te parece abierta

y la vigila, cuadrifronte, Jano.

Hay, entre todas tus memorias, una

que se ha perdido irreparablemente;

no te verán bajar a aquella fuente

ni el blanco sol ni la amarilla luna.

No volverá tu voz a lo que el persa

dijo en su lengua de aves y de rosas,

cuando al ocaso, ante la luz dispersa,

quieras decir inolvidables cosas.

¿Y el incesante Ródano y el lago,

todo ese ayer sobre el cual hoy me inclino?

Tan perdido estará como Cartago

que con fuego y con sal borró el latino.

Creo en el alba oír un atareado

rumor de multitudes que se alejan;

son lo que me ha querido y olvidado;

espacio y tiempo y Borges ya me dejan.

Jorge Luis Borges.
Límite.
El otro, el mismo.
1964.

Lo otro...

1964

I
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines: Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde ( repites vanamente )
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.

II
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

Jorge Luis Borges.
1964.
El otro, el mismo.
1964.

Nos da por tener algo...

Buena suerte

Tengo suerte de tener los cinco dedos en la mano derecha
Suerte de hacer pipí sin que me duela mucho
Suerte que los intestinos se muevan.
Suerte, duermo de noche en una cama de capitán, siesta a media tarde
Suerte de pasear por First Avenue
Suerte de ganar un par de cien mil al año
cantando Eli Eli, escribiendo lo que se me pasa por la cabeza, grabando garabatos primordiales,
enseñando en un colegio budista, sacándole fotos con la Leica a la parada del bus
por la ventana de mis ojos
Oigo sirenas de ambulancias, huelo ajo y orín, pruebo nísperos y lenguado,
camino descalzo por el piso del loft, algo insensibilizadas las plantas de los pies
Suerte que puedo pensar y que el cielo puede nevar.



Allen Ginsberg.
Muerte y Fama: Poemas
Buena suerte.
1993-1997.

lunes, abril 9

Elisión.

[...]Can you give me sanctuary
I must find a place to hide
A place for me to hide

Can you find me soft asylum
I can't make it anymore
The Man is at the door[...]


The Soft Parade.
The Doors.
The Soft Parade.
1969.

sábado, abril 7

El silencio sordo.

Uno, y el primero, que nada existe.
El segundo, que si algo existiera sería el ente o el no ente, o el ente y el no ente conjuntamente. Pero ni existe el ente, como se demostrará, ni el no ente, según se probará, ni el ente y el no ente conjuntamente, como también será mostrado. Luego nada existe.
El no ente, no existe. En efecto, si el no ente existiera, existiría y no existiría al mismo tiempo: no existiría en cuanto que es concebido como no ente; pero a su vez existiría, en cuanto que es no ente existente. Pero es radicalmente absurdo que algo exista y no exista al mismo tiempo. Por tanto, el no ente no existe.
Y de otra manera: si el no ente existiera, el ente no existiría, ya que uno y otro son contradictorios entre sí, por lo que, si al no ente se le ha atribuido existencia, al ente se le ha de atribuir la inexistencia. Pero no es admisible que el ente no exista, luego el no ente no existirá. 
Pero, por otra parte, tampoco el ente existe. En efecto, si el ente existiera, sin duda alguna sería eterno, o generado, o eterno y generado al mismo tiempo. Pero no es ni eterno, ni generado, ni ambas cosas, según demostraremos. Luego el ente no existe.
En efecto, si el ente fuera eterno (se debe comenzar por esta alternativa), no tendría principio, pues todo lo generado tiene principio, pero lo eterno e ingenerado no lo tiene.
Lo que no tiene principio es infinito. Pero, si es infinito, no está en ningún lugar, ya que, si lo estuviera, el continente sería distinto de él y, por tanto, ya no sería infinito en cuanto que está contenido en algo, dado que el continente es más grande que el contenido. Pero nada puede ser más grande que lo infinito. Luego lo infinito no está en ningún lugar.
Por otra parte no puede estar contenido en sí mismo, ya que se identificarían el continente y el contenido, y el ente se escindiría en dos, el espacio y la materia, dado que el continente es el espacio y el contenido la materia. Pero esto es absurdo, luego el ente no está contenido en sí mismo.
Por tanto, si el ente es eterno, es infinito; si es infinito, no está en ningún lugar; si no está en ningún lugar, no existe. Es decir, si el ente es eterno, no existe.
Mas el ente no puede ser generado. Pues, si lo fuera, sería generado a partir del ente o del no ente. Pero desde el ente no puede ser generado, pues, si existe, no es generado, sino que ya existe. Ni puede ser generado desde el no ente, ya que el no ente no puede generar al ente, dado que es absolutamente necesario que el generante participe de alguna existencia. Luego el ente no puede ser generado.
Por iguales razones no puede el ente ser ambas cosas, es decir, eterno y generado al mismo tiempo. Pues estos dos conceptos son incompatibles entre sí, de forma que si el ente fuera eterno, no podría ser generado, y, si fuera generado, no podría ser eterno.
En resumen, si el ente no es eterno, ni generado, ni ambas cosas, no existe.
Veamos otro argumento. Si el ente existiera, sería uno o múltiple. Pero no puede ser uno ni múltiple, según se demostrará, luego no existe.
Efectivamente, si fuese uno, sería o cantidad discreta, o cantidad continua o magnitud o cuerpo. Pero cualquiera que sea la que tenga de estas propiedades no será uno. Si es cantidad discreta, será separable; si es cantidad continua, será divisible; si es considerado como magnitud, igualmente será separable; si es cuerpo, será tridimensional, al tener longitud, anchura y altura.
Pero es absurdo decir que el ente no tenga ninguna de estas propiedades, luego el ente no es uno.
Por otra parte, tampoco puede ser múltiple. En efecto, si no es uno, no puede ser múltiple, ya que la multiplicidad es la síntesis de varios en uno, por lo que al negar lo uno también se niega lo múltiple.
De estos razonamientos se sigue con toda evidencia que ni el ente ni el no ente existen. Y, por tanto, es fácil demostrar que tampoco pueden existir al mismo tiempo uno y otro, es decir, el ente y el no ente.
En efecto, si el ente y el  no ente existieran, se identificaría el no ente con el ente en cuanto a la experiencia, por ello no puede existir ninguno de los dos. Que el no ente no existe es aceptado. Pero se ha demostrado que el ente tiene con el no ente identidad en la existencia, luego el ente no existirá.
Por tanto, si el ente se identifica con el no ente, ninguno de ambos puede existir. Si existen los dos, no se pueden identificar; si se identifican, no puede existir ninguno.
De todo esto se deduce que nada existe. Efectivamente, si el ente no existe, ni el no ente, ni uno y otro al mismo tiempo, sin que pueda pensarse ninguna otra posibilidad, nada existe.
A continuación vamos a demostrar que, aunque algo existiera, sería incognoscible e inteligible para el hombre. Dice Gorgias que si lo pensado no es existente, lo existente no puede ser pensado. Y lo dice con razón. En efecto, así como en el caso de que se atribuya a lo pensado la blancura hay que atribuir también a la blancura la inteligibilidad, así en el caso de atribuir a lo pensado la no existencia, necesariamente hay que atribuir a los entes existentes la inteligibilidad. Pues es correcta y coherente la siguiente conclusión: "si lo pensado no existe, lo existente no es pensado". Pero lo pensado (de esto hay que partir) no es existente, según demostraremos, por lo que lo existente no puede ser pensado.
Es radicalmente evidente que lo pensado no es existente. Pues, si lo pensado fuera existente, todo lo pensado existiría, cualquiera que sea la manera como sea pensado. Y esto es absurdo. Pues, si alguien piensa en un hombre que vuela o en unos carros desplazándose sobre el mar, no por ello al instante un hombre vuela o unos carros se desplazan sobre el mar. Por tanto, lo pensado no es existente.
Además, si lo pensado fuera existente, lo no existente no podría ser pensado, pues de lo contrario se predica lo contrario, y lo contrario de lo existente es lo no existente. En consecuencia y de un modo absoluto, si a lo existente se atribuye la inteligibilidad, a lo no existente hay que atribuir la ininteligibilidad. Mas esto es absurdo, pues Escila, la Quimera, y muchas cosas existentes son pensadas.
Por tanto, lo existente no puede ser pensado.
Así como lo que se ve se llama visible, porque es visto; así como lo que se oye se llama audible, porque es oído, y no negamos lo visible porque no se oiga, ni lo audible porque no se vea (pues cada uno debe ser juzgado conforme a la sensación adecuada y no según otra distinta), así también lo pensado, aunque no se vea con la vista  ni se oiga con el oído, existirá, ya que es captado con su criterio adecuado.
Por tanto, si alguien piensa que unos carros se desplazan sobre el mar, aunque no los vea, debe creer que existen unos carros desplazándose sobre el mar. Pero esto es absurdo, luego lo existente no puede ser pensado ni captado.
Y si pudiera ser captado, sería incomunicable a los demás.
Si lo existente, que tiene su realidad fuera de nosotros, es visible y audible y, en general, sensible, y de ello lo visible es aprehendido con la vista y lo audible con el oído y no a la inversa, ¿cómo podría se comunicado a otro? Efectivamente, la palabra es aquello con lo que nos comunicamos, y la palabra no es lo real existente. Por tanto, nosotros comunicamos a los demás, no lo existente, sino la palabra, que es distinta de lo real. Así como lo visible no puede llegar a ser audible y viceversa, así nuestra palabra no puede llegar a ser lo existente, ya que esto tiene su realidad fuera de nosotros. Y, al no ser la palabra lo existente, no puede ser este último comunicado a otro.
La palabra, dice Gorgias, se origina a partir de las cosas del mundo exterior en cuanto se presentan a nosotros (esto es, a partir de lo sensible). Así, de la presencia del sabor nace en nosotros la palabra relativa a esta cualidad, y de la impresión de color la referente al color. Si esto sucede así, la palabra no es representativa del mundo exterior, sino que es el mundo exterior el que vuelve significativa la palabra.
Y no es posible afirmar que la palabra es real de la misma manera que lo es lo visible y lo audible, de forma que puede ella comunicar lo real existente basándose en su realidad existente. Pues, nos dice Gorgias, incluso aunque la palabra tenga realidad, difiere del resto de lo real, y en especial los cuerpos visibles son diferentes de las palabras. Ya que lo visible es captado por un órgano y la palabra por otro distinto.
Así pues, la palabra no capta la mayor parte de las cosas reales, del mismo modo que éstas no manifiestan su recíproca naturaleza.
Y, en consecuencia, a causa de estas aporías que establece Gorgias, se destruye, en cuanto que depende de ellas, todo criterio de verdad, ya que no puede haber ningún criterio de aquello que no existe ni puede ser conocido ni ser comunicado a los demás.

Sexto Empírico
Contra los profesores (matemáticos).
Libro VII
Gredos.
 

domingo, abril 1

Piedra

Piedra déjame piedra
No me deformes más
Déjame como soy
Mira como sangro
Que no sientes como tiemblo
No te importa verme sufrir
Nunca me has hablado
Como se seca el alma
Mis dientes piden perdón
Si te grito que me ayudes
Es porque quiero que te alejes
Ya no quiero olerte más
No quiero irme contigo
Llorando al cielo
Quiero aprender
Aprender a amar
Piedra déjame piedra
No me deformes más
Déjame como soy
Que así estoy bien
Solo estoy muy bien
Sepárame los huesos
Destrózame y entiérrame
Olvídame por favor
Déjame ser la noche
Y bailar hasta sangrar
La danza del más allá
Déjame aunque sea
Irme volando hasta perderme
Y nunca volverte a ver
Soy un mundo
No me destruyas
Que quiero conocer la paz interior
Piedra déjame piedra
No me deformes más
Déjame como soy
Que así estoy bien
Solo estoy muy bien

Caifanes
"Piedra"
Álbum: El Silencio
1992